18.2.08

Retrospectiva

Es un lunes oscuro. El principio ocurre antes, cuando me paro desnuda frente al espejo del lavabo. Cuando mis ojos se clavan en el blanco de mis ojos, cuando me hundo en mí y mis manos todavía se aferran al lavabo.
Estoy triste, no ahora, en el futuro digo, porque estas palabras son un puente, cuando llegue al otro lado haré mi retrospectiva de los hechos, y lloraré, y entonces y ahora sí, estaré triste y mi llanto será eterno; o será como una de esas cosas que no tienen tiempo.

La canilla gotea, el mundo suena aturdido, suena como si uno estuviera debajo del agua, y todo se escuchara lejos, no hay tiempo, pero me duelen las manos de estar apoyada en el bendito lavabo y la cerámica comienza a sentirse fria bajo mis pies.

Es la que la misma idea se repite constantemente, en una suerte de sensaciones inconexas, esto que me atraviesa ya me atravesó, no lo ví y no lo recuerdo, pero ya pasó. A veces siento que algunas cosas se quedan demasiado adentro y después uno ya no puede sacarlas, van con uno, adonde uno vaya como si fueran un codo, una pierna o un brazo.
voy a dejarte ir en todos los sentidos polisémicos que se te ocurra,
¿y quien te asegura que eso es o no es amor?nunca es fácil ahogar las ganas.

no sé cuanto tiempo ha pasado, cuando dejo de mirarme en el espejo voy a hacia tu cama y te despierto, y entonces hablamos de todo lo que ha pasado por el puente o más o menos eso, quizás agrego algunas palabras, como "me gustaría que te fueras" y "yo ya no soporto esto"para que sea menos abstracto o por lo menos eso intento, pero lo más importante lo dejo atrapado en la mirada, lo dejo adentro.

La puerta, el auto y las cuatro de la mañana son recursos anecdóticos que son interesantes pero no hacen a la trama ni al suceso.

Cierro la puerta en el mismo momento en que tu auto arranca, y todavía no he dejado de mirarme en el espejo.