4.6.06

El arte del equilibrismo

Miles de llamados se hundirán en un pozo donde nadie jamás podrá escucharlos.
Cientos de cartas serán tiradas a la basura antes de que alguien siquiera piense en leerlas.
Juegos absurdos se perpetrarán sobre incómodas mesitas de bar con una habilidad maquiavélica.
El enamorado se convertirá en asfixia con sólo una mirada o un gesto
y la línea que cruzará para esto será tan ínfima tan transparente que.... ¿quién podría culparlo?
El mundo, tan frágil a nuestros ojos, se derrumbará cómo por capricho .
Miedo, llanto, hambre, silencio, desesperación. Un instante y el primer asomo de locura alumbrarán un cataclismo.
Porque nada sucede por primera vez. Y no son inocentes las manos que borran, que rompen, que cortan, quiero decir, que las personas pasan como figuritas frente a nuestros ojos y los días también.
Esa sonrisa, esa tarde, esa lluvía que lo empapó hasta el alma mientras te esperaba a la salida de un concierto, los pies fríos, el cansancio, todo. La línea ya no es transparente.
Existen dos bandos, los que nunca pasaron la línea y los que no pueden regresar del otro lado. Los primeros, están como secos o son muy jóvenes, tienen todo bajo control, o la vida les pasa sin que se den cuenta. Los otros son los que ya conocemos, los que siempre se retuercen en la misma herida, los que nos muestran los golpes como trofeos y andan siempre los ojos vidriosos (pareciera que hubieran perdido la razón), y uno se lo pregunta, ¿han perdido la razón?
Siguen llamando y llamando, parecen creer que el mundo es eterno o cíclico al menos. Las palabras se nos agotan con el tiempo.
Por último están los inimputables que atraviesan la línea a escondidas, sin otro testigo que el teléfono o el espejo. Que padecen una amnesia temporal muy conveniente cuando uno les pregunta sobre eso y son capaces de argumentar hasta el cansancio que nunca jamás lo han hecho.
Alguien dijo una vez... y otro seguro lo repitió, porque así comienzan estas cosas, que había desarrollado el arte del equilibrismo y podía caminar sobre la linea/soga con ambas manos extendidas, sin perder jamás el centro.
Tal persona, lo sabemos, no existe. Su naturaleza es tan ilusoria como la linea, y aún más absurda, sin embargo se nos presenta generalmente en momentos de desesperado desierto como una última esperanza. Es comprensible que cerremos los ojos, crucemos los dedos y hablemos mucho mucho para que no se caiga, después de todo (y no hay novedad en esto que escribo) tenemos miedo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Usted nunca deja de sorprenderme. Voy entendiendo las cosas, usted no tiene muchos apodos, usted es varias personas al mismo tiempo y lo que mas envidio es que todas esas personas que la habitan son inconmesurablemente perfectas a la hora de unir palabras y construir oraciones para transmitir bellezas asimetricas. La odio con todo el amor del mundo (¿que otra cosa es la envidia?) Si tan solo fuera capaz de decirme el secreto...quizas todo cambie, pero intuyo que el secreto de su prosa ni usted lo sabe y ante tal circunstancia no puedo mas que admirarla.
Ya es hora de que se lo confiese...algún día quisiera tener aunque sea el uno por ciento de su capacidad para que alguien al leer algo mio diga...mirá este pibe que bien que escribe.
Gracias una vez mas por compartir lo que escribe, tiene todas mis reverencias y lo mas justo es decir que se las merece.
Ya esta en mi olimpo y le aseguro que no tiene nada que envidiarle a ninguno de los mas prestigios escritores de todos los tiempos y dejeme decirle que cuando me preguntan quienes son mis autores preferidos contesto entre otros hay una chica, pero no se como se llama porque tiene muchos nombres.

9:08 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Mire usted la fecha de su ultima publicacion! 4/6/06. Ya estamos a 9...al final no sy el unico que se toma vaciones he! Bueno pero no era para eso que le escribia estas lineas (¿porque se llaman lineas?), era para decirle que esta semana me fue muy productiva por si no se dio cuenta y quiero que pase a visitar mi blog (hay novedades muy raras), yo invito, traiga un buen vino, aunque le confieso, el vino no me gusta, es solo para emborracharla a usted.

PD: Lei el arte del equilibrista por decima vez, y cada vez esta mejor y cada vez es distinto.

3:10 a. m.  

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