23.11.05

Tiempo de fantasmas


Llega diciembre, tiempo de fantasmas, de llamadas desesperadas, de preguntas inútiles. Todo es inevitable en diciembre. Y sin embargo, diciembre esconde entre sus días la certeza de ser, pese a todo, la última esperanza.
Los balances de fin de año se acercan, la melancolía de lo que se perdió y la sensación abrumadora que el juego ya está decidido pero que todavía no podemos irnos, sólo queda aguantar. Y aguantar a veces .... es demasiado. Justo cuando uno ya dejó de hacer fuerza, cuando uno decidió que el año ha terminado que sólo resta que los días se sucedan sin interrupción. Justo cuando uno cansado decide que los minutos no deberían detenerse, aparecen los fantasmas.
Y el cuerpo nos arde, los ojos nos lloran y nos moquean un poquito. Estamos cansados, irritables, ciclotímicos. Decimos que es el calor, el calor de esta bendita buenos aires que parece derretirse, pero en el fondo, sabemos que están ahí detrás de nuestros silencios, de nuestras pausas. que nos acechan a la noche , cuando suena un teléfono, cuando abrimos los mails. de pronto aparecen en los carteles de las publicidades, en los colectivos, en las sombras.
Pero este diciembre no parece ser la sucesión de mi año. Como una elípsis como un salto, me ha atrapado. Un diciembre que abre un año. Un quiebre, una puerta: Diciembre.

1 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Todo es inevitable en diciembre...

7:36 p. m.  

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