30.5.06

Vitacora de unas semanas



Lunes trampolín, lunes puerta, lunes de caminos y demasiadas caminatas. Lunes de guardia en estación de retiro, LUNES ÚTIL, cómo corresponde al primogénito de la semana (no tiene ningún sentido que las semanas empiecen en un día suicida como el domingo, no insistan)
lunes anónimo, normal y confundido entre tantos otros.

Martes de sueños que se enroscan, de sabor amargo, de antiguos amores, de panza llena, de budín de algarrobo y preguntas... martes que me pone la traba y me deje en este salto al vacío sin red

Miércoles de sobreviviente, uno de esos días en los que realmente pasan cosas y cosaas en serio, miércoles de cobro y burocracia, miércoles qeu me da respiro
Noche de miércoles y preocupaciones varias que concluyó en un insomnio cibernético bastante tierno principio de jueves aun todavía, casi....

jueves de "señor esa transferencia debe llegar a rio tercero", jueves de obra social y "odio a la burocracia", trámites absurdos y zapatillas nuevas, jueves de escritura con mi mano tonta, de derivadas y hartazgo, jueves de palabras peligrosas y de deseos extraños, jueves casi viernes
viernes viernes, predestinado quizás viernes posibilidad y cansancio
sólo quiero de vos badapatumpa tum pa
viernes degenerado ambiguo y aburrido
viernes de enojarme con el espejo y locura. de esperar y esperar

sábado de pronto, como por sorpresa me invade el sábado
me levanta de la cama muy temprano
me secuestra y me lleva lejos
inexplicable sábado
que me deja muda

domingo sin vos, digo sin voz
digo sin digo domingo

Martes 9:56

Digamos simplemente que no quiero llenar el silencio (esto de jugar con figuras retóricas tratando de deshacerlas en el camino puede resultar exasperante) pero no quiero llenar el silencio, o mejor dicho no me interesa que el silencio se sienta lleno de mí.

22.5.06

Natalio X

Le pidieron que llenara dos formularios: uno en el que debía desarrollar la correspondencia entre la función lineal que regía sus pensamientos más dramáticos y la homográfica de su naturaleza dubitativa, e indicar en que momento la unión de ambas resultaba positiva. Le dijeron que dichas funciones tenían el dominio completo en la unión entre el conjunto de sentimientos cotidianos y las alucinaciones esporádicas. Y que su imagen era sin dudas: preocupante.
El segundo formulario era rojo, le indicaron que tuviera particular cuidado en completarlo adecuadamente. Que a la primer respuesta incorrecta, el formulario era desechado prendido fuego y sus restos se exhibían en el aula magna a modo de ejemplo.
Natalio tomó los dos formularios, ajustó su codo (que momentáneamente había perdido continuidad con su brazo). Estaba mudo, tarta tarta tarta tartamudo en realidad. Prefería el silencio. Tenía el estómago cerrado.
Natalio era uno más completamente anónimo, quería tener alas y olvidarse de todo, Natalio supo esa tarde que era la X de una ecuación absurda, no hacía falta despejar nada para saber eso, era así, una ecuación en la que sólo por capricho alguien había decidido elegirlo a él para hablar; porque Natalio sabe que lo miramos ahora, que lo miramos cerrar los ojos y llorar para adentro (a fin de no mojar el formulario), hasta le reconforta saber que alguien lo mira, a fin de cuentas así no está tan solo.

7.5.06

Ganarse por cansancio

"sólo me queda tratar de comer mariposas"

¿Y si me engaño? ¿Si me llevo a un abrazo y me abandono ahí? Sin tiempo a reaccionar, a prepararme para el ataque. Y si... si me convierto en mariposa y me acorralo en una respiración profunda?¿Y si me dejo sin respuestas?¿y si me lleno de tiempo? ¿ y si me inundo de aire?.
Tendría que ser algo repentino, cómo sorprenderme en la ducha y secuestrarme, o atacarme a la noche mientras duermo. Pero parece tan complicado, tan imposible. Últimamente me encuentro en todas las esquinas y es tan difícil que algo me sorprenda…
¿Y si me fugo de mi? ¿Si voy a donde no iría y hago lo que nunca?, ¿si no espero ni desespero por lo que puede llegar a ser inevitable.? Si dejo que se caiga, y que se rompa en mil pedazos?

El otro día mi hermana se cayó por la escalera, era viernes, no se rompió en mil pedazos, por suerte. Yo andaba tratando de esquivarme los pasos cuando llegué a mi casa y la encontré tirada en el piso, gritando.
Fue algo sorpresivo. Ahí estaba yo, mirando a mi hermana que gritaba, y el teléfono en la mesita ratona sonando y sonando sin parar. Nadie importante, al teléfono digo.
No comprendí bien lo que había pasado, mi hermana tampoco supo explicarme. Creo que tenía mucha bronca de haberse caído, pero no quería hablar de eso.
Yo tampoco quise hablar, nuestro silencio fue... conveniente podría decirse. Ella también está con sus fantasmas.
La diferencia es que ella se cae por escaleras y grita, yo en cambio no sé como salir del pozo de este sábado que juega a tragarme pero no lo hace; que me deja escribiendo, jugando a comer palabrasmariposa como si tuviera hambre, jugando a comerlas sólo para sentirlas volando y revoloteando dentro de mi estómago.